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Tratamiento no farmacológico de la dermatitis atópica

El baño
Es preciso realizarlo de manera regular.
La temperatura del agua debe de ser templada (33º).
No debe prolongarse más de 15 minutos.
Es adecuado añadir sustancias emolientes (coloides de avena ó aceites minerales).
El jabón debe ser de Ph ácido y debe carecer de sustancias irritantes y sensibilizantes, por lo que los SYNDETS son muy adecuados. Se usará en
cantidades moderadas y no se debe  frotar.
El secado debe hacerse con cuidado con una toalla limpia y suave, sin frotar. No es conveniente usar secadores de aire caliente que deshidratan más la piel.
Tratamiento de la sequedad cutánea ( Xerosis):
Es recomendable el uso regular de cremas con este fin las cuales pueden aplicarse una o varias veces al día y el momento más adecuado es después del baño. El principal efecto de las cremas es evitar la evaporación del agua epidérmica, produciendo una hidratación “pasiva”. La hidratación se produce por vía interna a partir del agua que ingiere el individuo y que le aportan los vasos dérmicos. Por tanto, se recomienda a los pacientes atópicos que tomen agua regularmente para favorecer la hidratación, llegando hasta dos litros de agua diarios.
Sustancias que se han utilizado en aplicación tópica con esta finalidad son:
Acido láctico : alfa-hidroxiácido que forma parte del llamado factor hidratante natural de la piel. Miristato de isopropilo, Parfina líquida, Vaselina inerte, Cera de abejas : evitan la pérdida de agua en la piel por su efecto oclusivo. Aceite de almendras: rico en ácidos grasos poliinsaturados. Urea : sobre todo si la sequedad va acompañada de un grosor cutáneo. Ceramidas: reducen la pérdida de agua y reponen los lípidos corneales.
Aceite de onagra o prímula, aceite de borraja: aceite de las semillas de esta planta, que contiene ácidos grasos esenciales ( mayormente ácido gammalinolénico). Se usan por vía interna y externa, para preservar la elasticidad de la epidermis y prevenir el envejecimiento cutáneo. Aceite de girasol: rico en ácido linoleico. Avena rhealba. También se incorporan a estos preparados activos con acción cicatrizante y reparadora: alantoína, aceite de caléndula y de rosa mosqueta, extractos de centella asiática, manzanilla, mimosa tenuiflora, áloe vera, calaguala. Dado que estos pacientes son tremendamente sensibles, pueden reaccionar con cualquier tipo de sustancias, no sólo por un mecanismo alérgico, sino también irritativo. Las más frecuentes dentro de las citadas anteriormente son el ácido láctico, propilenglicol y urea.
Exposición a alergenos:
 La D.A. es una enfermedad que se relaciona con la exposición a alergenos y la respuesta anómala a éstos.
Estos factores no son los mismos para todos los pacientes. Desde el punto de vista terapéutico, hay que reconocer y enseñar al paciente a que identifique los agentes que agravan su dermatitis dada su gran variabilidad individual. Estos pueden ser: Aeroalergenos: se encuentran en la atmósfera, principalmente los ácaros del polvo. Su diagnóstico se realizaría a través de pruebas epicutáneas.
Recomendaciones: correcta aireación de las habitaciones, utilizar aspirador en lugar de barrer, evitar tener en la habitación objetos susceptibles de almacenar polvo (alfombras, mantas, cortinas...) que el niño atópico no se arrastre por alfombras de materiales no permitidos.
 Alimentación: la alergia alimentaria se define como una reacción inmunológica a la comida, mediada o no por IgE. El término intolerancia alimentaria se refiere a reacciones producidas por un mecanismo no inmunológico. Los principales alimentos implicados en alergia son leche, huevo, pescado, frutos secos y frutas. Los antígenos alimentarios pueden agravar la dermatitis atópica mediante tres vías:
-  contacto directo
-  vía digestiva
-  vía inhalatoria.
La investigación de alergia alimentaria debe reservarse a los niños pequeños en los que la D.A. se presenta de forma intensa. Existen alimentos que producen agravamiento sin que se conozca la causa lo cual hace pensar que los aditivos alimentarios jueguen algún tipo de papel. También han sido implicados los metales y las dietas con alto contenido en sal. Existen alimentos que producen agravamiento sin que se conozca la causa lo cual hace pensar que los aditivos alimentarios jueguen algún tipo de papel. También han sido implicados los metales y las dietas con alto contenido en sal. Algunos alimentos ácidos (ej.: cítricos, tomate) pueden irritar la piel de los pacientes atópicos al ingerirlos o ser manipulados. Los excitantes, como el café, el cacao y el alcohol, incrementan el prurito y son contraproducentes. Algunos alimentos, por su contenido en histamina o por liberar esta sustancia, sobre todo si se consumen en grandes cantidades (ej.: fresas, marisco), pueden desencadenar también prurito.
Las dietas en las cuales se eliminan algunos alimentos (es decir, las dietas restrictivas) han de ser supervisadas convenientemente por el pediatra, porque, si no, pueden conducir a carencias nutricionales importantes, sobre todo cuando se eliminan varios alimentos a la vez. Este tipo de dietas pueden beneficiar a un pequeño porcentaje de niños con DA, fundamentalmente aquellos con una edad inferior a los 6 años. Irritantes químicos: estos pacientes pueden presentar una tolerancia reducida a irritantes que entran en contacto directo con la piel como agua, lana, fibras sintéticas, ... También factor irritante es la polución atmosférica aunque existen estudios contradictorios acerca de una mayor prevalencia de dermatitis atópica. En cambio, sí se ha demostrado que los hijos de madres fumadoras tienen dermatitis atópica con mayor frecuencia.
Recomendaciones:
Deben procurar que la ropa en contacto con la piel sea de algodón y la manga larga eliminando las etiquetas de las prendas. El lavado de la ropa debe efectuarse con detergentes no irritantes, realizar un aclarado extra y no utilizar suavizante. Cuidado con cosméticos y perfumes y el contacto con plásticos y gomas. El  hábito del tabaco debería evitarse, al menos, en gestantes con familiares atópicos. Es conveniente evitar el contacto con pelo de animales.  Factores climáticos (Temperatura y Humedad): Los pacientes empeoran en invierno generalmente. El sudor empeora la enfermedad aumentando el prurito, por lo que La luz ultravioleta tiene efecto beneficioso relacionado con la inmunosupresión local. Asimismo UVB y UVA producen aumento de la síntesis de lípidos epidérmicos y de la resistencia a irritantes.
Recomendaciones:
Se les puede aconsejar la fotoexposición solar moderada con regularidad. En los fotoprotectores destinados a pieles atópicas es preferible la inclusión de filtros de tipo físico para minimizar el riesgo a desarrollar dermatitis de contacto. La temperatura ideal es templada, alrededor de 18ºC y la humedad de un 50%. Deberán ser comedidos con el ejercicio físico y se evitar el exceso de ropa de abrigo, las prendas muy ajustadas  y los cambios bruscos de temperatura. La sequedad del ambiente incrementa la xerosis y el prurito en la dermatitis atópica. Las calefacciones por aire caliente (ej.: las de los coches) pueden ser un factor agravante importante. La humidificación ambiental con instalaciones adecuadas es beneficiosa.
 Infecciones víricas: Los atópicos pueden sufrir agravamiento de sus síntomas debido a infecciones de vías respiratorias altas por lo que éstas deben tratarse con rapidez. No está claro el papel de la vacunación, pero su efecto preventivo la hace recomendable.
 Estrés: En la práctica diaria se comprueba la relación entre el estrés y los brotes de dermatitis atópica. Sin embargo, desde el  punto de vista científico, esta relación es difícil de comprobar por cuestiones metodológicas.
Vacunas: Los niños con D.A. deben recibir el calendario vacunal completo y a su debido tiempo, si no existen otras contraindicaciones, como puede ocurrir con la alergia al huevo y la vacuna triple vírica. Durante los tratamientos con corticoides sistémicos no deben administrarse vacunas con virus vivos (poliomielitis, sarampión-parotiditis-rubeola, varicela).
Medidas profilácticas: Si existen antecedentes claros en familiares de primer grado con atopía, se recomienda que, durante el embarazo deje de fumar, evite la leche de vaca durante la lactancia, no le
administre alimentos sólidos durante los primeros 6 meses de vida y si es posible al menos durante ese periodo la lactancia sea materna.

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